Por lo general, prestamos más importancia a la ropa de calle que a la de casa, lo que es un error en el que incurren más veces los hombres que las mujeres: al llegar a casa, el estilo de ropa de hombre varía radicalmente, cambiando el jersey, chaqueta, polo… por lo primero que se encuentra a mano, mezclando ropas y colores sin sentido aparente.

Ninguna razón de peso puede explicar por qué se antepone comodidad casera a estilo. Casi todos los hombres combinan mejor la ropa de calle que la de casa, y atienden más a la moda y tendencias para la vida social que para la vida familiar; puede ser que la ropa de calle se use para agradar a los demás y dar buena imagen, o la que cada uno quiera dar, pero en ese caso el descuido en el hogar significaría que se da menos importancia a la pareja, a los hijos… y a uno mismo, si vive solo, que a los desconocidos de la calle.

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